El crédito fiscal federal para vehículos eléctricos en EE. UU. termina el 30 de septiembre de 2025.
Aquí algunos detalles importantes:
- Los vehículos (nuevos o usados) deben ser adquiridos antes de esa fecha para calificar.
- En algunos casos, el contrato de venta (y un pago inicial) debe estar hecho antes del 30 de septiembre, incluso si la entrega ocurre un poco después.
- Además, el crédito por el equipo de carga (para estaciones de recarga domésticas) no vence al mismo tiempo; ese crédito continuará hasta el 30 de junio de 2026.
¿Hay posibilidades de que el crédito se extienda o reemplace?
Por ahora no hay una versión definitiva de una extensión permanente aprobada, pero hay indicios de debates y propuestas futuras:
- Algunos proyectos de ley anteriores habrían permitido que ciertos fabricantes con menos de 200,000 vehículos vendidos mantuvieran créditos hasta 2026.
- También se ha propuesto que el crédito para autos usados se elimine al final de 2025, lo que ya está incorporado en la legislación vigente.
- En escenarios futuros, podrían surgir nuevos incentivos estatales o federales que reemplacen este crédito, dependiendo del balance político y de prioridades medioambientales.
Es decir, hay una lucha política entre versiones: la versión de la Cámara mantiene la fecha límite en 2025 con una extensión parcial para ciertos fabricantes hasta 2026, mientras que algunas versiones del Senado buscan fechas todavía más tempranas para la terminación del crédito.
Incentivos que Continuarán o Ganarán Relevancia
Después de la expiración del crédito federal, los compradores de VE dependerán de incentivos alternativos:
- Incentivos Estatales y Locales: Muchos estados (como California, Colorado y Nueva Jersey) y jurisdicciones locales ofrecen sus propios programas para fomentar la adopción de VE. Estos pueden incluir:
- Reembolsos de compra o arrendamiento (a menudo enfocados en ingresos bajos o moderados).
- Exenciones del impuesto sobre las ventas o tarifas de registro reducidas.
- Programas de desguace («cash for clunkers») que proporcionan dinero a cambio de retirar vehículos viejos de gasolina.
- Programas de Servicios Públicos: Las compañías eléctricas a menudo ofrecen incentivos significativos, como:
- Reembolsos para la compra e instalación de cargadores domésticos (Nivel 2).
- Tarifas de electricidad especiales para la carga de VE (a menudo fuera de las horas pico).
- Crédito para Vehículos Comerciales Limpios: Este incentivo federal (IRC §45W) para vehículos comerciales limpios y vehículos alquilados puede continuar ofreciendo ahorros sustanciales (hasta $7,500 o $40,000 según el tipo de vehículo), ya que tienen reglas de elegibilidad separadas y pueden ser transferidos al arrendador.
- Beneficios no Fiscales: Los beneficios que continúan independientemente de los créditos fiscales incluyen:
- Acceso a carriles HOV (vehículo de alta ocupación) o descuentos en peajes.
- Ahorros a largo plazo en costos de combustible y mantenimiento.
En resumen, el comprador debe analizar su propia situación financiera, el uso del vehículo, las oportunidades de cargar en casa y otros aspectos personales para ver si es viable la compra de un vehículo eléctrico. Este análisis no solo implica revisar el presupuesto mensual, sino también tener en cuenta el mantenimiento a largo plazo del vehículo eléctrico, los tiempos de carga y cómo estos se alinean con el estilo de vida diario. Además, es esencial evaluar la infraestructura de carga disponible en su área y considerar las necesidades de transporte futuro, todo lo cual contribuirá a tomar una decisión informada y sostenible sobre la inversión en un vehículo eléctrico.
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